“Estaba solo a la orilla de una quebrada limpia que fluía, suavemente, bajo los árboles. Se escuchaba el canto, cortado y chillón, de miles de pericos que hacían un ruido monótono, de fondo, que armonizaba con el ambiente de paz”. Así inicia el relato que lleva por nombre el mismo título que esta recopilación de cuentos del colombiano Iván Saldarriaga.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.